lunes, 25 de mayo de 2009

PRINCIPIO Y FIN


La montaña me dio su fuerza
Duramadre progenitora
De pasiones de deseos
Curiosidad incesante,
Y mirar verde marino.

El valle me dio hogar
Mansedumbre del leño ardido
Tardes de primavera preñadas,
De lluvias tranquilas
De arco iris atrevidos.

He parido tres arroyos
Correntosos, cristalinos.
En la bravura diferenciados
Corriendo sus cauces
Aventureros, porfiados

A mi ribera llego
La dulce miel de la abeja
Y la amargura del nido
Que se desarmo dejando
Alas y picos vacíos.

Entonces encontré tus brazos
Ramificadas tus venas
Abierto a granel tu pecho
Delta y estuario
Ensenada serena.

La savia y la sangre
Vida exudando follajes
Colibríes desplegando
Potenciales libaciones
Tornasolados viajes.



Abismo y montaña
Miel y sal
Agua y yodo
Río y mar.

Sal que marca la roca
Nube fecunda de lluvia
Generadora de ríos
Que alimentan el mar,

Vos y yo
Los otros y nosotros
Separación estéril
Que olvida la matriz
Que funda y refunda
El principio y el fin.

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