jueves, 2 de julio de 2009

LA VIDA INFINITA...

Por estos días invernales, tal vez sea porque mucha más gente se queda frente al televisor, no se, digo tal vez, la epidemia de gripe, la muerte de varias personas, y por si fuera poco la muerte de personas mundialmente famosas, como Michael Jackson,y otros, nos muestran la cara del espanto con que miramos a esta situación inherente a la vida que es justamente la muerte.
Todo se agranda en veintinueve pulgadas, flashes cada media hora, barbijos que muestran más miedo del que esconden, ojos con la paranoia del notemeacerquesquemecontagias.
Parece que cada tanto tiempo la muerte hace una recorrida y nos sacude, recordándonos, que no vivimos para siempre.
Hoy justamente me enteré que murió un chico de doce años que desde hace un tiempo venía librando su batalla mediante un cáncer.
La pregunta puede ser por qué, por que a nosotros, por qué a esta familia, por qué a este país a esta ciudad... pero siempre por qué. Es muy comprensible que ante una situación de tanto dolor como la muerte de un hijo, solo queda transitarlo, verle la cara al dolor, sin más, porque no hay espacio en este momento para otra cosa que no sea el sentimiento del gajo partido, del desgarro, del grito de impotencia ante lo que nada podemos hacer.
Porque en realidad, tanto la muerte anónima como la mediática en el fondo lo que hacen es ponernos de frente con el hecho de que un día cada uno de nosotros también morirá, y eso es en definitiva, lo que más nos espanta, la conciencia de la finitud.
Ahora bien, si nos trasladamos a un plano más amplio de pensamiento, recordamos que en fisicoquímica la ley dice nada se crea, nada se destruye, todo se transforma, recordamos que cuando analizamos sustancias, moléculas, células, átomos, con los elementos apropiados, llegamos a un punto donde ya no se puede identificar nada que se pueda nombrar y entonces nos queda solamente algo llamado energía, vibrando en diferentes longitudes de onda, entonces... ahí las cosas cambian sustancialmente.
Wayne Dyer dice en su libro EL PODER DE LA INTENCIÓN, que si cambiamos el modo de ver las cosas, las cosas que vemos, cambian.
Y esa justamente es la diferencia, tenemos el poder de ser concientes que somos, ser concientes que existimos, y gracias a la mente intelectual pudimos conocer los instrumentos que nos hicieron saber que somos energía pura vibrando en millones de posibles potencialidades. Hasta el momento que nacimos, ya estuvo todo dispuesto para que ello ocurriera, y toda nuestra vida ya estaba asegurada para aprender algo, nosotros y la familia en la que elegimos nacer. También estaba dispuesto el tiempo que estaríamos acá para aprender las lecciones de vida que nuestro ser infinito necesitaba aprender y enseñar, porque siempre la flecha tiene dos puntas, todo lo que va vuelve multiplicado, y lo que ahora puede ser un gran dolor, se puede transformar en una gran enseñanza de amor si lo logramos ver.
Pero para eso no podemos hacerlo con la mente intelectual ni con los ojos de la cara, eso se dará solamente si logramos rendirnos al misterio de la vida y creer en que hay algo que nunca estará a nuestro alcance conocer pero que se muestra de mil maneras, y cada uno le da el nombre que mejor le quede a sus propias creencias.
Antes de componerla, una canción, no es, pero una vez que una mano arranca los acordes del instrumento, ya es, ya está ahí para ser escuchada, compartida, recordada, imitada, y aunque no se nombre más, esa canción nunca dejará de ser porque hubo alguien que la creó, que la puso en el movimiento de la vida. De nosotros depende que seamos canciones que todos quieran recordar o alguna que nadie más tocará, pero siempre estaremos ahí, en el universo de posibilidades, para que alguien tome la guitarra o el piano y nos ponga otra vez a vibrar.
Somos un océano de potencialidades, somos parte del universo infinito, estamos en el aqui y ahora que es el único momento que tenemos, este segundo en el que algo, escribe esto con mis manos para vos y para mi, y yo lo permito, me rindo a esta magia para que surja, y compartamos este gran secreto de la vida...
Podremos dejar de ser una ola, pero nunca dejaremos de ser agua del mar, porque a él volvemos, una y otra vez...
Gracias, perdón, lo siento, te amo.

5 comentarios:

  1. Hola mi querida amiga: despues de leer tu último comentario sobre la vida y la muerte, lloré lisa y llanamente. Sabés que estuve con Zoe esa noche y ese ángel me decía que Agustín estaba en una casita en el cielo. Creo que está todo dicho. Te mando un abrazo gigantesco.
    Lo siento, perdón, te amo.

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  2. Hola te enviaré un mail, para que me cuentes los pasos a seguir para ingresar a seguidores ya hice los pasos con foto y todo y no aparezco......algo no hice, te mando besos.
    Gracias, Perdón, lo siento, te amo
    Gladys

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  3. Hola amiga del alma!! Agradezco al universo que las palabras escritas sirvan para mitigar un poco el dolor de las pérdidas, y como siempre los niños y las niñas están ahi para enseñarnos, siempre un paso adelante en la comprensión de la vida...
    Lo siento, perdón, gracias te amo...

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  4. Trabaje como si fuera su primer dia, perdone rapidamente, bese con calma, ame verdaderamente, ria incontrolablemente, y nunca deje de sonreir, por mas extraño que sea el motivo.
    La vida puede no ser la fiesta que esperamos pero mientras que estamos aqui, siempre tenemos motivos para sonreir y agradecer...
    Beijos Lou´s

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  5. Que buenas tus palabras Lou, y que acertadas realmente, es así, el agradecimiento es lo que nos acerca a la fuente siempre...Besos para vos también.

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